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Preparando la segunda mitad del año

A principio de año veíamos un 2023 con interrogantes. La incertidumbre asomaba como una justificación para seguir siendo prudentes, colocando la renta fija local dentro de los instrumentos favoritos.
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Por Jorge Herrera
04 de Agosto de 2023

Introducción

Ya ha pasado un poco más de la mitad del año y parece un buen momento como para detenerse algunos minutos a revisar la estrategia y analizar qué cosas han ocurrido, si se han cumplido las expectativas, y cómo configurar las carteras de inversiones de cara al segundo semestre.

¿Qué ha ocurrido hasta ahora? 

En el plano internacional se ha afianzado el escenario de un mundo emergente con el ciclo adelantado respecto de los mercados desarrollados, donde el haber comenzado a subir las tasas de interés anticipadamente los coloca en este minuto con una ventaja temporal en términos de ya tener inflaciones más controladas y estar ad portas, en algunos casos, a comenzar el ciclo de bajas de tasas de interés. 

En Estados Unidos, las presiones inflacionarias han ido cediendo paulatinamente, aunque aún falta camino por recorrer como señala frecuentemente la Reserva Federal (FED), el banco central norteamericano. Esta baja en la inflación se ha dado en conjunto con una economía que se muestra bastante resiliente, lo cual ha dado paso a un incremento en la probabilidad de un aterrizaje suave de esta, e incluso ha llevado a algunos a preguntarse si es que existirá dicho aterrizaje. Parte de esto es lo que ha estado detrás de un mercado accionario estadounidense que se ha mostrado bastante animoso este año, liderado por un sector tecnológico que ha sido una de las inversiones más rentables estos meses. 

El caso de Europa es algo más desafiante, con un Banco Central Europeo bastante activo en busca de lograr el ansiado control inflacionario, lo cual ha afectado las proyecciones de crecimiento futuro, y teniendo además la guerra entre Rusia y Ucrania como factor de riesgo.

Dentro del mundo desarrollado ha destacado el caso de Japón, en donde las autoridades se han mostrado más complacientes con los niveles de inflación algo más altos a lo acostumbrados (aunque bajos comparados con el resto del mundo), y en donde la actividad económica se ha comportado de mejor manera. En este caso si bien la visión no es necesariamente positiva, si es mejor que en otros destinos y que respecto a principios de año. 

Quizás la gran decepción del año, al menos de lo que va corrido hasta ahora, se encuentra en China. La gran mayoría del mercado se encontraba bastante positiva a inicios de año con el gigante asiático como destino de inversión ante los positivos efectos que podría tener en su economía la reapertura luego de las férreas restricciones impuestas por las autoridades para combatir la pandemia, además de expectativas de la materialización de anuncios de ayuda y estímulos por parte de las autoridades que pudieran fortalecer el crecimiento. Sin embargo, los efectos esperados de la reapertura han tardado más de lo esperado y los esperados anuncios por parte de las autoridades, si bien en algunos casos se han producido, o no se han concretado o no han cumplido con las expectativas. 

Finalmente, en el plano local, lo más relevante es finalmente la concreción del escenario base que se manejaba para nuestro país, con un ciclo económico y monetario adelantado respecto del mundo desarrollado que ha permitido un descenso de la inflación hacia zonas más confortables para el Banco Central gracias a haber comenzado a subir las tasas de interés antes. Lo anterior, sumado a un mundo político necesitado de alcanzar acuerdos ante los últimos resultados electorales, ha logrado relajar paulatinamente un riesgo país, que en algunos momentos se encontró bastante elevado para lo que históricamente había sido normal en Chile, beneficiando a los mercados. 

¿Qué esperamos para la segunda mitad del año? 

A nivel global el escenario se sigue presentando incierto, con un mundo desarrollado, al menos occidental, aún inserto en un ciclo de alzas tasas de interés para devolver a la inflación hacia las metas de los respectivos bancos centrales, las cuales se ubican en el 2% tanto en Estados Unidos como en la Eurozona. La economía norteamericana se ha mostrado bastante resiliente a pesar de los esfuerzos de la FED de enfriarla, lo que se vuelve un arma de doble filo: (1) desde el lado positivo podría hacer más concreto un escenario de control inflacionario asociado a un aterrizaje suave de la economía (el mejor escenario posible); versus (2) un crecimiento económico que no cede y que mantiene bajo presión a la inflación, con la consecuente necesidad de mantener la tasas de interés más altas y/o elevadas por más tiempo. Lo anterior se contrapone con un mercado que ha mostrado un fuerte comportamiento al alza en este primer semestre liderado por las compañías tecnológicas. Todo lo anterior pone una cuota de incertidumbre en Estados Unidos, ante el riesgo que presenta el futuro de la política monetaria y la posibilidad de que el mejor escenario posible ya se encuentre asimilado en los precios. No obstante lo anterior, en este caso no parece una buena idea ir contra corriente, por lo que estar en una posición al menos neutral asoma como razonable. 

¿Cómo preparar nuestras carteras de inversiones? 

Todo lo anterior nos permite ser selectivos para intentar beneficiarnos de aquellos activos que asoman como más atractivos para esta segunda mitad del 2023. En este sentido el mundo emergente a nivel de renta variable asoma como una alternativa interesante, en especial Latinoamérica gracias a su ciclo monetario adelantado (recordar que Brasil también se encontraría ad portas de iniciar su ciclo de recortes de tasas). Por el lado de la renta fija internacional, los emisores de mayor solvencia podrían presentar un seguro en caso de que las cosas no resulten todo lo bien que el mercado proyecta, mientras que el segmento high yield presenta un problema potencial ante la posibilidad de la entrada a una etapa descendente en el ciclo económico, aunque el riesgo ha disminuido gracias al mejor escenario de actividad. La renta fija local asoma como una alternativa bastante atractiva, respondiendo al ciclo de recortes de tasas de interés, como vimos unos párrafos atrás, donde aquellos bonos de mayor duración podrían reaccionar de mejor forma. Respecto del tipo de cambio, como hemos dicho en otras ocasiones, nos parece que siempre es una buena idea tener un porcentaje alocado en activos con exposición al dólar, pensando en la diversificación que otorga, la protección que representa en caso de mercados con alta volatilidad o a la baja y las presiones al alza que vive en este momento la divisa estadounidense en nuestro país producto de los movimientos de tasas que están protagonizando los bancos centrales de Estados Unidos y de Chile (aún al alza el primero y con recortes más pronunciados de lo anticipado en el caso del segundo). 

Como en otras ocasiones, el mercado presenta incertidumbres y desafíos propios del momento que se vive en lo económico y referente a mercados, lo que no significa que no existan oportunidades interesantes de inversión. No obstante lo anterior, se requiere ser bastante selectivo en la asignación de las carteras de inversión, para lo cual, contar con la adecuada asesoría de profesionales es más que recomendable. 

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Esta información no pretende representar el funcionamiento de ninguna inversión en particular y no debe ser entendida como una proyección de rentabilidad, como un pronóstico cierto o recomendación de inversión. No se garantiza la exactitud de la información.