Deudas. Son parte de la vida. El hecho de no tener deudas es algo maravilloso, pero la realidad para la mayoría de nosotros es tener alguna que otra deuda, así que no te preocupes.
Pocas personas pueden pagar con efectivo al momento de comprar una casa, un auto o pagar la educación universitaria propia o de sus hijos. Sin embargo, teniendo en cuenta que las deudas forman parte de la vida, es sensato entender qué deuda se tiene y cómo administrarla apropiadamente.
No todas las deudas son malas
De hecho, vas a necesitar algún tipo de historial de crédito para calificar para un préstamo cuando realmente lo necesites.
“La mayoría de nosotros estamos programados para sentirnos culpables cuando debemos dinero. No importa si se le debe a una persona, a un banco o a una compañía de tarjetas de crédito. La clave está en determinar el nivel de deuda apropiado para ti”, explica Heather Winston, CFP®, directora adjunta de asesoría y planificación financiera de Principal®.
Winston ofrece algunas reglas de oro:
- Trata que el pago de tu casa (capital, intereses, impuestos y seguro) corresponda a una cantidad menor al 28% de tus ingresos totales antes del cobro de impuestos.
- Intenta que la totalidad de tus deudas, incluyendo la vivienda, no supere el 36% de tus ingresos totales antes del cobro de impuestos.
En las deudas buenas se puede englobar, por ejemplo, la compra de una casa o departamento que luego arrendarás y que, por lo tanto, te generará algún ingreso. También la compra de un inmueble para uso propio o la compra de activos estarían dentro de esta categoría.
En las deudas malas incluiríamos todas esas cosas que no son de necesidad básica o que no tienes el suficiente dinero para comprar, por lo que recurres a créditos o deudas innecesarias para adquirirlo (por ejemplo, la compra de una televisión, un auto mejor o unas vacaciones en el Caribe).
Tres maneras de lidiar con las deudas
1. Conoce cuánto debes y a quién.
Es como tomar nota de todo lo que comes cuando estás intentando llevar una dieta más saludable. Lo anotas para saber en qué punto estás del proceso. Pues en el caso de las deudas, pasa lo mismo: anota el saldo total de lo que debes, a quién o qué entidad tienes que pagarlo, la tasa de interés y el pago mínimo.
2. Reduce el saldo.
Te recomendamos clasificar tus deudas según dos lógicas distintas: por orden de tamaño o por tasa de interés. Luego, decide cómo las vas a enfrentar. Nosotros te proponemos dos métodos distintos:
- Método “bola de nieve”: enfócate en pagar primero la deuda con el saldo más bajo. Por supuesto, continúa haciendo el pago mínimo para las otras deudas y una vez que esta esté pagada, avanza a la siguiente deuda que tenga el saldo más bajo. Este podría ser el método correcto si lo que te motiva es eliminar los saldos más pequeños y achichar la cantidad de deudas que debes pagar, en caso de que tengas varias.
- Método de la tasa de interés más alta: enfócate primero en las deudas con las tasas de interés más altas. Cuando pagues una, esfuérzate en pagar la siguiente que tenga la tasa de interés más elevada. Por supuesto, continúa haciendo el pago mínimo para las otras deudas. Si deseas pagar menos a lo largo del tiempo que durarán tus préstamos, este podría ser el método adecuado para ti.
“Apoyo la idea de pagar la deuda con la tasa de interés más alta primero. Generalmente eso te dará mayor poder adquisitivo”, dice Winston, que añade: “pero a final de cuentas deberías hacer lo que funcione mejor para ti. La clave está en que, sin importar que método escojas, elijas uno y te mantengas enfocado en él”.
3. Tips para administrar tus deudas.
Continúa administrando tus deudas como parte de tu plan financiero general y sigue los siguientes tips:
- Los pagos automáticos son tus amigos: establece pagos regulares automáticos. Los pagos atrasados pueden perjudicar tu crédito y, además, podrían sancionarte por esto.
- Recortar gastos y/o aumentar ingresos: para pagar las deudas más rápido, recorta gastos de tu presupuesto mensual o aumenta tus ingresos. Esta puede ser una solución temporal hasta que consigas saldar tus deudas.
- Pedir préstamos solo si puedes permitírtelo: solicita préstamos de manera inteligente y piénsalo muy bien antes de adquirir una deuda. Si esperas financiar gastos futuros (comprar una casa el próximo año o pagar un deducible porque tendrás un bebé), considéralos en tu plan financiero general.
- Negociar deudas: si tienes deudas de tarjetas de crédito, intenta negociar para conseguir tasas de interés más bajas; es un tipo de negociación habitual y puede que lo consigas. Otro tip podría ser el hacer una transferencia del saldo de tu tarjeta de crédito a una que te ofrezca 0 interés por un período determinado de tiempo. Sin embargo, asegúrate de leer la letra pequeña. Es importante estar informado respecto a cuándo termina el período de promoción.
- Refinanciación de deudas: podrías ahorrar dinero.
- Consolidación de deudas: es otra solución válida y así tendrías que hacer un solo pago mensual. Sin embargo, revisa los términos y condiciones, ya que puede haber costos en el proceso.
El tema de esta comunicación es solo para propósitos educativos y se provee con el entendimiento de que Principal® no está prestando consejo legal, de contabilidad, de inversiones ni de impuestos. Habla con un asesor legal u otro tipo de asesor sobre todos los aspectos pertinentes a las obligaciones y requisitos legales, fiscales, de inversiones o contabilidad.
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