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Desafíos económicos para el 2021: deuda, empleo e inflación

Valentín Carril, economista Jefe Principal Latam, nos cuenta cómo se visualiza la economía mundial para este 2021 y qué desafíos enfrentaremos.
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Por Valentín Carril
19 de February de 2021

Introducción

Antes de empezar a mirar hacia adelante, de ver qué nos espera para este 2021, creo que es interesante reflexionar sobre lo que pasó en el año 2020. El año pasado terminó siendo menos malo, en términos económicos, a nivel mundial de lo que se temía. Como recordarán, la pandemia se convirtió en un tema fuerte de mercados en marzo y en junio el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó unas estimaciones de crecimiento muy pesimistas para las principales zonas económicas, sin embargo, la realidad fue mucho mejor.

El temor era que Estados Unidos cayera un 8% y hoy día sabemos que el Producto Interior Bruto (PIB), en un cálculo preliminar, cayó en un 3,5%. Por mucho error que haya en ese cálculo, la diferencia entre la estimación del FMI y la realidad es enorme. En Alemania, por ejemplo, se esperaba que la caída fuera de casi el 8% y fue del 5%; en Francia se esperaba una caída del 12,5% y fue solamente del 8%, lo cual es una caída muy grande, pero menos mala de lo esperado.

Incluso China, país para el cual el FMI vaticinó un crecimiento del 1%, acabó creciendo un 2,3%. En su última actualización, prácticamente a finales de año, el FMI corrigió su estimación para el país asiático y dijo que este crecimiento se esperaba que fuera del 1,9%, por lo que la sorpresa fue todavía más positiva.

¿Qué esperar de la economía mundial 2021?

Esto significa que el mundo está enfrentado el 2021 con mejor pie de lo esperado. La resiliencia de la economía ha sido bastante mejor de los anunciado y ahora lo que esperamos para este año es la recuperación post COVID.

Hay que tener presente que después de esta caída violentísima ocasionada por la pandemia vino otra alza también violentísima, en términos mensuales o trimestrales, para las distintas economías, lo cual ya no se puede prever que continúe. Gran parte de la recuperación ya ocurrió, por lo que a partir de ahora esperamos un crecimiento más moderado, dentro de rangos normales de entre el 3,5% y el 4%, dependiendo de la economía.

Además, en la actualidad la pandemia está siendo más controlada con medidas de todo tipo:

  • Mejores tratamientos.

  • Más esfuerzo en usar mascarilla.

  • Inicio del proceso de vacunación en gran parte del mundo.

Gracias a estas medidas debiéramos esperar una normalización de la economía en el corto plazo, probablemente en los próximos tres o seis meses, dependiendo del país.

La deuda: principal problema financiero del 2021

El 2021 se presenta con varios desafíos sobre la mesa. El primero y quizás el más importante es el tema de la deuda. La pandemia ha significado un aumento muy fuerte de los gastos de gobierno y, como el PIB ha caído, esto ha generado una baja también en los ingresos, con lo cual, se ha generado una brecha entre ingresos y gastos enorme.

En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, el déficit fiscal del año estuvo en un 15% del PIB, déficit que en condiciones normales sería lamentable.

Por lo tanto, hoy en día existe una gran brecha: los gobiernos aumentaron considerablemente su deuda, que ya era alta en muchos casos, así como las empresas, las cuales también se vieron forzadas a acrecentarla.

No obstante, este no es el caso de las familias. Las personas, en general, tuvieron bajas en sus gastos porque evidentemente no se podía salir de casa ni consumir con normalidad. Además, en muchos países las familias recibieron un amplio apoyo gubernamental que en algunos casos llegó a aumentar sus tasas de ahorro.

El empleo: cómo enfrentar la brecha entre el teletrabajo y el trabajo presencial

El segundo problema que se presenta para este 2021 es el tema del empleo. Este acostumbra a ser uno de los principales afectados por las recesiones y en este caso no ha sido una excepción. La recesión en cuanto a la caída del PIB como tal podríamos considerar que se acabó, pero el empleo sigue mucho más bajo si lo comparamos con los datos previos a la pandemia. Esto es homogéneo en todos los países, lo cual augura una recuperación lenta.

Además, hay un problema adicional que se suma al del empleo y es que, en general, los empleos que presentan una mejor remuneración son aquellos que se pueden hacer virtualmente, desde la casa, pero no los empleos menos calificados, que son los más comunes y los cuales impactan a una cantidad mayor de gente. Hablamos de empleos como la construcción, la venta minorista, etc.

En este aspecto es importante entender que el problema se presenta en el empleo, no tanto en el desempleo. Es decir, hay mucha gente que abandonó el mercado laboral que no aparece como desempleada, pero que no puede trabajar. Recuperar esa capacidad productiva va a ser uno de los principales retos del 2021.

La inflación: cambio en el patrón de consumo durante la pandemia

Finalmente, está el tema de la inflación. Esta presentó varias curiosidades durante el 2020. En primer lugar, durante el punto más álgido de la pandemia, con tantos negocios cerrados, no se podían medir bien los precios. Además, al estar en cuarentena, la canasta de consumo cambió radicalmente. La gente casi no gastaba en transporte público o gastaba mucho menos, tampoco en bencina, aunque respecto de la alimentación se seguía gastando lo mismo o incluso más, al tener que pasar tanto tiempo en casa.

Este cambio en el patrón de consumo no está recogido en los índices y, en definitiva, sesga la inflación hacia abajo: la medición no estima la verdadera inflación que sufren las personas.

Asimismo, esta inflación podría subir a raíz de los programas de estímulo y de apoyo monetario, así como de las tasas de interés bajas, que han generado un aumento muy grande en las cantidades de dinero en los países. Por ejemplo, yendo una vez más a Estados Unidos, existe en el país norteamericano cerca de un aumento del 30% de la cantidad de dinero, lo cual significa que hay un potencial de inflación bastante relevante a futuro.

En Latinoamérica la situación económica se ha ido recuperando en varios países; países como Brasil y México han tenido una mejora en sus finanzas. Chile, por su lado, avanza de manera más lenta hacia la recuperación.

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