Volatilidad e incertidumbre no significa que no existan oportunidades de inversión

Personas trabajando con gráficos

Volatilidad e incertidumbre no significa que no existan oportunidades

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Por Jorge Herrera
15 de July de 2025

Introducción

Si bien es cierto que los mercados en general son bastante dinámicos, esta primera mitad del año 2025 se ha presentado particularmente intensa. A los temas ya conocidos heredados del 2024,como la inflación aún por encima de las metas y la consiguiente incertidumbre para la política monetaria por parte de los respectivos bancos centrales, durante los primeros seis meses del año se han producido eventos como: (1) anuncios y discusión en temas arancelarios desde Estados Unidos con el potencial de generar disrupciones tanto a nivel de comercio internacional como de perspectivas económicas; (2) escalamiento -y moderación- en conflictos geopolíticos; (3) dudas respecto de la capacidad de Estados Unidos para controlar y reducir su déficit fiscal; (4) constante cambio en expectativas generando alta volatilidad en los mercados, incluso en instrumentos que suelen tener comportamientos algo más estables como la renta fija. No son los únicos eventos que han ocurrido, pero puede que sean los que más ruido han generado, y nos permiten explicar el comportamiento del mercado hasta ahora y proyectar lo que podría venir para generar un escenario de inversiones para este tercer trimestre.

Los anuncios de aranceles por parte de Estados Unidos no solo trajeron inestabilidad a los mercados bursátiles en el momento de su anuncio, sino que la potencial distorsión generada en el comercio internacional trae consigo correcciones a la baja en las proyecciones de crecimiento económico, y también la posibilidad de un efecto al alza sobre los precios que genere nuevas presiones inflacionarias. En parte, esto es lo que mantiene a la Reserva Federal de Estados Unidos en un momento de pausa, a la espera de mayor claridad como para retomar los ciclos de recortes de tasas de interés. Dada la fortaleza de la economía estadounidense y en especial de su mercado laboral, creemos que la Fed aún no tiene incentivos para recortar las tasas de interés, al menos en su reunión más inmediata, de modo que, recién hacia fines del tercer trimestre, o incluso ya en el cuarto, podríamos volver a presenciar bajas.

En otro ámbito, las dudas que existen respecto del déficit fiscal en Estados Unidos se han visto incrementadas por el avance y posterior aprobación del proyecto del gobierno que apunta, entre otras cosas, a hacer permanentes ciertos recortes tributarios, e incluso agregar nuevas rebajas o incrementar el gasto en defensa y en control de fronteras. ¿Qué ha generado lo anterior?, la preocupación de que el déficit no solo no pueda ser contenido, sino que se acreciente y provoque la necesidad de mayor emisión de deuda por parte del gobierno estadounidense, trayendo consigo una presión al alza en las tasas de interés, sobre todo en las de largo plazo.

¿Han generado estas fuentes de incertidumbre una primera mitad de año negativa a nivel de inversiones y retornos? La verdad es que no. De hecho, los resultados han sido bastante positivos. Medidos todos en moneda de origen, tenemos por ejemplo que, al 30 de junio, en el retorno acumulado de los seis primeros meses del 2025, el Índice S&P 500 registra un +5,50%; el Stoxx 600 de Europa marca un +6,65%; el Nikkei 225 de Japón un +1,49%; el Bovespa de Brasil un +15,44%; y el IPSA en nuestro país un +22,91%. La renta fija también ha mostrado retornos positivos, lo que es interesante porque ayuda a desmitificar un concepto erróneo, al asociarse volatilidad con comportamientos negativos. En realidad, la volatilidad es movimientos de amplitudes superiores a lo normal, con comportamientos en algunos casos algo erráticos, pero no hace relación con la dirección. En este caso los retornos han sido positivos durante la primera mitad del año, a pesar del amplio rango en que se han movido las tasas de interés en dicho periodo. Cabe recordar que una buena manera de suavizar esta variabilidad vista en las distintas clases de activos es, como siempre, la diversificación.

¿Cómo podría verse la segunda mitad del año? Si bien la incertidumbre aún es elevada, pareciera que de a poco se van generando las condiciones para un panorama algo más claro. Algunos fundamentos que hacen ver con algo de optimismo este segundo semestre son:

(1) Paulatinamente, y con altibajos, el tema de los aranceles por parte de Estados Unidos se va encausando de mejor manera, con acuerdos que poco a poco han sido anunciados entre los países. Si bien en promedio las tasas de interés serán más altas que el escenario imperante previo, finalmente debiéramos llegar a un escenario final bastante por debajo que lo anunciado originalmente en el denominado “día de la liberación”, al evitarse el peor escenario posible en materia comercial y su consiguiente impacto en la inflación norteamericana.

(2) A pesar del fuerte escalamiento que vivimos recientemente en los conflictos geopolíticos, sobre todo en Medio Oriente, los mercados bursátiles mostraron una resiliencia bastante notable, siendo un reflejo en la práctica del saludable apetito por riesgo que tienen los inversionistas, apoyándose más en las condiciones fundamentales de la economía y en tendencias de mayor plazo.

(3) Debiésemos ver noticias más favorables para los mercados, dentro de las cuales pueden estar recortes tributarios y desregulación de industrias en Estados Unidos, a lo que eventualmente podría sumarse una reanudación del ciclo de recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Adicionalmente, el contexto base habla de una desaceleración de la principal economía del mundo, no una recesión, lo que seguiría consolidándose.

Poniendo sobre la mesa todo lo anterior, se nos presenta un escenario aún incierto, mas no exento de oportunidades de inversión. Como dijéramos líneas atrás, la diversificación es una buena idea para enfrentarlo, tanto a nivel de instrumentos como geográfica, pero sin dejar fuera a la selectividad dentro de cada clase de activo.

Al respecto, las acciones estadounidenses se siguen viendo atractivas, mientras que, en Europa, las políticas procrecimiento anunciadas, sobre todo en Alemania, han ido elevando paulatinamente las proyecciones de crecimiento del viejo continente, las que se han visto apuntaladas por un Banco Central Europeo que ha seguido implementando recortes de tasas de interés. Esto último es más incierto en Estados Unidos dado los riesgos inflacionarios mencionados, reflejando que incluso en una clase de activo más segura como la renta fija existen riesgos idiosincráticos que merecen atención y posible diversificación.

A nivel local, las acciones siguen mostrando atractivo gracias a una economía que presenta positivas señales de reactivación, junto con mejoras en los resultados corporativos y expectantes a lo que podrían significar los resultados de las elecciones de fin de año. Respecto de la renta fija, pareciera que la inflación va en franca tendencia de ser controlada, y salvo las cifras de julio próximo que estarían afectadas por un reajuste de las tarifas eléctricas y otros factores puntuales, para el segundo semestre se prevé una convergencia más acelerada al objetivo del Banco Central. Lo anterior haría recomendable una paulatina sobre ponderación de los instrumentos denominados en pesos en desmedro de aquellos emitidos en UF.

Volatilidad no es sinónimo de estar desinvertido o de ausencia de oportunidades. Sin embargo, sí requiere de una mayor selectividad con una correcta diversificación como telón de fondo, para lo cual, una correcta asesoría se hace indispensable de forma que la exposición al riesgo sea la adecuada según los objetivos y el horizonte de inversión de cada individuo.

Jorge O. Herrera Álvarez, Subgerente Estrategia de Inversiones

Ingeniero comercial, Máster en Bolsa y Mercados Financieros (IEB), España.

*La información en este documento no debe ser considerada como un consejo o recomendación para la adquisición o venta de valores. La rentabilidad pasada no es un indicador confiable de la rentabilidad futura y no resulta confiable para adoptar decisiones de inversión. La rentabilidad de las inversiones es variable. La información no debe ser entendida como una recomendación de inversión ni como un pronóstico cierto o proyección de rentabilidad.